domingo, 3 de febrero de 2013

El carnaval perdido


  El  CARNAVAL  PERDIDO (en Villota del Páramo)
Al revivir  escenas de chaval
como aquellas Pascuas Floridas.
Desde ayer costumbres dormidas,
recordemos hoy el carnaval.

La Junta de Mozos del pueblo debía recordar a los quintos* de ese año, que a ellos correspondía ser los “antruidos”* en los próximos  carnavales.
No olvidemos que no tiene fecha fija, ya que depende como otras  de la fecha del Domingo de Pascua de Resurrección.  Así fue establecido por el Concilio de NICEA en el año 325.
 Pascua de Resurrección, la fiesta más importante para los cristianos. Varía entre los días 22 de Marzo y 25 de Abril.
Al variar la fecha del domingo de Pascua de Resurrección, también tienen distintas fechas estos otros:

Fiesta movible

Modo de saber su fecha

Este año será:

DOMINGO DE PASCUA
Primer domingo  después
de la 1ª luna llena, pasado el EQUINOCIO de primavera en el hemisferio norte.
 El 31 de marzo
La ASCENSIÓN
-40 días después del Domingo de Pascua.
El jueves día 9 de mayo
(trasladada al domingo siguiente día 12 de mayo)
DOMINGO DE PENTECOSTÉS
-50 días (=8 semanas) después del Domingo de Pascua.
-10 días después de la Ascensión.
El domingo día 19 de mayo
MARTES DE CARNAVAL
-41 días antes del Domingo de Pascua.
-Un día antes del inicio de la cuaresma (40 días)
El martes, día 12 de febrero
DOMINGO DE RAMOS
-Domingo anterior al de Pascua
El domingo 24 de Marzo
SEMANA SANTA
-La semana entre el Domingo de Ramos y el de Pascua Florida.
Semana del 24 al 31 de mayo

La fiesta del carnaval en Villota del Páramo tuvo un esplendor  muy acusado.
Los “antruidos” se preparaban con tiempo para ese día. Se abastecían para su disfraz: de vestimenta, una máscara, un capuchón de cintas, el zurriago y unos  cencerros. Calzaban algo adecuado para correr con alguna comodidad.
Con la ayuda del Ayuntamiento se preparaba  la fiesta y el baile de ese día en la plaza, con  música y  fanfarria. Y con presentes derivados del cerdo (chorizo, jamón, torreznos…) y nunca faltaba  escabeche para comer y  vino de Sotillo o más allá para beber.
Antes de comer, los antruidos  daban carreras por las calles tras algún “chiguito”, o persiguiendo  otros no tan niños.
Nosotros pasábamos el día por las calles haciendo frente a los disfrazados. A gozar de aquellas sensaciones tan dispares. Por un lado llenos del pavor del perseguido y por otro sensaciones de liberados al salir victoriosos de la incruenta y fugaz batalla.
Pasábamos algún tiempo intentando descubrir quién era cada uno de los antruidos. Por su físico y por su forma de andar, de correr o de hablar. Ellos se cambiaban las caretas y disfraces para sembrar  confusión.  
Por la tarde se preparaba el baile, al que todos debían asistir voluntaria o forzosamente.
Se utilizaba un carro (generalmente el más nuevo del pueblo) movido por algunos jóvenes; como autobús que va y viene transportando a los forasteros hasta la taberna del tío Nicanor  donde debían pagar un cuartillo* de vino “per cápita”*.
Las mujeres, madres de familia, se acercaban en grupos hasta el corro con los roscones  colgados de su antebrazo.
Se baila, se come, se  bebe y sonríen. Todos observan y comentan  el ambiente.
Las mujeres reparten  de su rosco preñado. Horneados un día antes, rellenos de huevos cocidos y torrezno de la orza y bañados de azúcar, para que ese día nadie pasase hambre.
Era la víspera de la cuaresma,  tiempo para pensar en sacrificios y mortificaciones.
Siendo sinceros, en  aquellos tiempos pasados, salvo algunos días de fiesta,  el año entero era   cuaresma permanente.
Para aliviar aquellas témporas*, la Iglesia vendía las populares bulas* que las madres compraban en la parroquia para toda la familia.
En un rincón de la plaza, y sobre una plataforma donde antiguamente estarían la dulzaina y el tamboril; se subía el tío Cristóbal,  que con mano experta giraba el manubrio de su pianola*.
Las autoridades comen y beben en la mesa presidencial.
La charanga no cesa y las bromas afloran por doquier.
Surgen algunas carreras para obligar a algunos a bailar. Así  imponían orden del día.
A la hora de “las cinco” en breve descanso para reponer fuerzas,  quitar las máscaras y colocarse el capirote de cintas para continuar las extravagancias en la burlesca charanga; hasta que el cuerpo aguantara.
Para nosotros los niños, arrancar una cinta del capuchón al descuido, era un valioso trofeo.
Al día siguiente, Miércoles de Ceniza, día de ayuno y abstinencia. Con cara de plañideras – lloronas; nos dirigíamos a la iglesia para la imposición de la ceniza. Mientras en otros lugares se enterraba la sardina.
De este modo se daba entrada a los rigores de la cuaresma con sus costumbres de siempre, en mis tiempos de “chaval” en el pueblo de Villota del Páramo.
Así eran las carnestolendas* antes de los ayunos, abstinencias y viacrucis.
Así celebrábamos el carnaval, al que acudían hijos del pueblo y otros forasteros. Hasta que llegado el domingo de Pascua nos pusiéramos el gorro frigio de hombres  libres como antiguos romanos a la luz de la hoguera  y el sonido nocturno de  campanas la noche del  Sábado de Gloria.
A. de la F. M. (31-1-2012)
VOCABULARIO:
Quintos- Mozos de remplazo que debían incorporarse al servicio militar ese año.
-(Con 19 años, se tallaban y entraban en quintas. A los 20 años se incorporaban al cuartel)
Antruido-(del latín introitus = entrada)  Antruejo, cimarrón o birria. Disfrazado para dirigir las actividades el día de carnaval.
Chiguito-(vulgarismo propio de nuestra zona).  Niño, rapaz. Escolar de pequeña y mediana edad.
Per cápita”-  (Expresión latina) – Por cabeza, cada uno.
Cuartillo-popular medida de capacidad. Para líquidos  equivalía  a  ¼  de azumbre. O lo que es lo mismo  504 mililitros. O sea, aproximadamente ½  litro.      
Témporas- (del  latín,  plural  de tempus - ris.)-Tiempo de ayuno al comienzo de las cuatro estaciones del año.
Pianola.- Piano mecánico.  Sonaban las tonadillas  haciendo girar un bombo  mediante una manivela.
Bula- (del latín: bulla=medalla o  insignia redonda)-Documento papal o .
 En este caso, el  que dispensaba de algunos días de ayuno y abstinencia. Con ese dinero se ayudaban  las cruzadas o de la construcción de S. Pedro de Roma, por ejemplo.
Carnestolendas.-(del latín: caro-carnis= carne + tolendas: de tollere= quitar).- Carnaval                 
NOTA: Mi recuerdo a Leovigildo González Pérez (para nosotros “Lilo”), que me permitió estar a su lado mientras  preparaba para ser antruido el año el año 1947.
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